jueves, 28 de julio de 2011

Los señores "Erre-que-erre".

Fecha 13/06/2011
Para entrar en situación os recordaré que nuestra heroína estaba totalmente indignada por lo que creía que era una gran injusticia cometida por la compañía de telefonía. ¡ La peor injusticia que podría cometer esta compañía... jejeje ! Perdón, es que hoy tengo la risa floja.
Nuestros protagonistas pasaron el mes llamando una y otra vez. ¿Resultados? Muchos y ningunos. El 1-22 decía no conocer la promoción y que debía de ser el 14-43 quien enviase la orden de aplicarla si es que existía. "¿Cómo que si es que existe? No me toque usted el día de Ramos, que yo no me estoy inventando nada". Frase mítica que entre las operadoras españolas resultaba chocante pero cuando la recibían las operadoras hispano-americanas se quedaban traspuestas.
Aquí empezaron las solicitudes del contrato. Al ser un contrato oral ha de solicitarse al 14-43 y que este lo envíe por correo. Solo os diré que dicho contrato se solicitó 14 veces; la última vez ya fue un poco en plan de choteo por no dejar una cifra con tan mala fama.
Un consejo, si necesitáis hacer una reclamación en el 14-43 no marquéis la opción de reclamaciones porque directamente os derivan la llamada a otro sitio. Engañadlos y marcad cualquier otra. Hay que actuar como en la guerra, preparando meticulosamente la emboscada y ¡ zas ! caer sobre el enemigo... perdón, sobre la operadora de sopetón, sin darle tiempo a prepararse. Con todo y con eso, 14 SOLICITUDES a las que les suponemos un triste y desagradable final, que tenemos entendido que los teleoperadores solicitaron que los impresos fueran de papel más suave porque rascan un poco y trabajan sentados...
Pero gracias a la ingenuidad de algún teleoperador, las teleoperadoras son más reservadas y esquivas, sabemos que Vodafón tiene plataformas internacionales en Colombia.
Se consiguió que alguien dijera que el contrato era tal cual se reclamaba y que se notificaría. Pasados los días y sin notificación alguna llega la siguiente factura: 65,96 €. Y a falta de simbolillos pondremos un largo piiiiiiiiiiiiiii que incluye alguna referencia a la señora madre de unos y otros vodafoneros e improperios varios.
¡ Ahora cobraron las llamadas ! No se sabe el motivo, pero el caso es que retiraron la tarifa plana a fijos. Creemos que se debe a una estrategia (si no puedes convencerlos, confúndelos) o bien un escarmiento (para que os quejéis por algo). Es totalmente incomprensible. ¿Recordáis la película Una noche en la ópera? Pues la escena del camarote, la pasan por un filtro rojo y sería una publicidad fiel y realista del funcionamiento interno. Comienza otra sesión de llamadas reclamando pero... las dejaremos para otro momento.

CONTINUARÁ...

miércoles, 20 de julio de 2011

¿Dónde esta la señal, matarile-rile-rile...? (primera parte)

Fecha 18/06/2011
Aquí seguimos con nuestros protagonistas con su montaña rusa sensacional (de sensaciones, no de estupenda). Y aquí que nuestros deportistas telefónicos lo dieron todo. En rigurosos turnos de relevos hicieron las llamadas en las que fueron poniendo reclamaciones como para llegar a Madrid sin tocar el suelo. ¿Os acordáis de esa antigua costumbre de poner papeles de periódico en el suelo para no pisarlo cuando estaba recién fregado? Pero al grano, que me voy por las ramas...
Llamaban por turnos y lo bueno es que cada llamada siempre era diferente. ¿Teleoperadora amable y comprensiva? Reclamación tranquila y sosegada. ¿Teleoperadora borde? Pues reclamación abroncada y con mucho cabreo. ¿Teleoperadora ignorante e inútil como para llamarla Pierre-Nodoyuna? Presión constante sobre el botón de cortar la llamada (el del telefonillo rojo, vamos) y nuevo intento. De aquí los alti-bajos emocionales. Se pasa del cabreo a la desesperación, a la esperanza de que algo se solucione (sí, siguen ilusos los pobres...), a la incredulidad y vuelta al cabreo. Peeeeeero dejo lo mejor para el siguiente capítulo.

CONTINUARÁ ...

viernes, 1 de julio de 2011

Santa Teresa y Vodafón de la mano.

Fecha 01/07/2011
Estamos casi al final de una andadura de casi 6 meses. Andar, lo que se dice andar, no mucho pero os aseguro que dura, fue dura de verdad. No quisiera caer en la monotonía pero nuestros protagonistas siguen al teléfono hablando con todos los departamentos. La horas se suceden y a nuestra protagonista, que es la que más tiempo pasa en casa, tiene el trapecio izquierdo (el músculo) duro como una tapa de alcantarilla. Esto se debe a que sujetando el teléfono con el hombro se puede hacer la cama, tender, planchar, poner la lavadora, cambiar pañales... me comentó confidencialmente que una teleoperadora tuvo el dudoso placer de oír la cisterna. ¡Las llamadas se alargan y la vejiga tiene un límite!
Con la intención de denunciar prueban a solicitar la copia de contrato y acudir a todos los departamentos. Tras ponerse en contacto con el Departamento de Calidad ¡¡¡jejeje!!! (perdón, no puedo evitarlo, es que el nombre es tan absurdo) y presentar la correspondiente reclamación, este departamento les devuelve la llamada pasados un par de días. El resultado fue este:
  • Reconocen que los datos aportados por los clientes son correctos. La televenta ofreció las promociones que se demandan en la reclamación.
  • La televenta se equivocó en varios puntos aplicando tarifas de particulares a empresas.
  • No se puede enviar el contrato porque "no está disponible".
Nuestra protagonista se pone "puntillosa" y les dice que si no existe contrato Vodafón lleva cinco meses cobrando fraudulentamente. Ya se sabe el dicho "no hay mano, no hay galleta". Y como tal se puede proceder a denunciar.
La teleoperadora contesta que eso no es así porque existe un contrato... ¡¡¡AJAJÁ, pillada!!! ¿En qué quedamos, existe o no existe? Sí, sí, existe pero no está disponible y no se le puede enviar.
Y así dejamos a nuestra sufridora cliente, con el teléfono en la mano y la boca abierta que le da una expresión de incredulidad o de iluminada mística. Y es que el asunto tiene su lado espiritual: El contrato existe pero no existe; te lo envío pero no te lo envío; la promoción existe pero no te la aplico. Así deja a nuestros pacientes usuarios viviendo sin vivir (como la santa) porque se pasan el día al teléfono reclamando.
No os aburro más y os emplazo para otro día. Ya queda poco para el final.

CONTINUARÁ...