miércoles, 14 de diciembre de 2011

Un comienzo.

Fecha 04/06/2011
Hoy comienzo este blog porque la situación se me está haciendo insostenible. Podría ponerme seria y transcendental pero no haría más que agravar lo que ya de por sí se me está poniendo cuesta arriba. Mañana, con el cabreo ahogado por un poquito de ron (los peques dueeeeermen, por fin), os contaré mis andanzas por esta "jaula de grillos manguis" a la que llamaremos Vodafón.

(NOTA: Se han invertido las fechas de publicación del blog para poder leer las entradas cronológicamente. La fecha real de cada entrada viene justo al principio de la misma).

viernes, 12 de agosto de 2011

El contrato.

Fecha 06/06/2011
Voy a contaros un cuento. Érase que se era dos tiernos ingenuos que, uno por abajo y otro por arriba, rodeaban la cuarentena. Lo digo a título informativo y un poco exclamativo ya que a esa edad deberían haber perdido esa credulidad. Podrían evitarse el efecto polilla; sí, esa misma, la que se da una y otra vez con la bombilla y que nosotros oímos ¡pef, pef, pef! pero quién sabe si en lengua-polilla significa ¡ay, ay, ay...!
Pues el caso es que los dos inocentes llaman por teléfono a Vodafón. Les contesta una amable televenta que les ofrece "EL DORADO": Una tarifa plana para fijos nacionales de 3.000 minutos y conexión ADSL por 39,90 € al mes (+ iva). Nuestros protagonistas le alegran porque ahorran unos 14 € al mes en comparación con su compañía en ese momento. Esa compañía no la nombraremos pero diciendo que es "la de toda la vida" creo que quedamos todos informados.
Pero la alegría parecía no tener fin, la amable operadora les dice que ADEMÁS hay una promoción, que finaliza al día siguiente, por la que durante los seis primeros meses pagarán tan solo 19,90 € (+ el iva de siempre, ¿tanto les costará calcularlo y sumarlo ellos?).
Aceptan, solicitan la portabilidad, envían el fax y se miran con una expresión muy parecida a la del gato que se acaba de comer un ratón. El problema está en que tenían que poner la cara que puso el ratón antes de ser comido por el gato. ¡Error de posicionamiento!
Se hace efectiva la portabilidad y les envían el router y el módem por paquetería al domicilio.
A los pocos días reciben una factura por un importe de 29,00 € en concepto de portabilidad. Y nuestra protagonista, muy remangada ella, ni corta ni perezosa devuelve el recibo. Tras varias llamadas entre las que no dejó de oírse alguna que otra amenaza (por ambas partes, que me he propuesto ser sincera) el asunto quedó aclarado.
Y aquí dejamos a nuestros protagonistas, en una tranquilidad que precede a una buena tormenta, a la espera de los nuevos acontecimientos.

CONTINUARÁ...

lunes, 1 de agosto de 2011

Tras el primer fiasco.

Fecha 10/06/2011
Habíamos dejado a nuestros protagonistas relajados, tranquilos... ¡pobres!. Llega el inevitable mes de febrero y con él la nueva "dolorosa". Asciende la bendita a la friolera de 79,30 €. Y ahí que nuestra protagonista se vuelve a remangar y se va camino del banco a devolverla. Vuelve a casa con la sensación de la labor bien hecha. Se siente la heroína que lucha contra las injusticias, lleva su melena al viento a modo de capa de super-girl. Más bien super-gili... Al día siguiente empiezan las llamadas de que si tenemos un recibo devuelto, ella: que ese recibo está mal, que tienen que ser 19,90 más iva (si ellos no calculan en iva no se lo va a calcular ella, que no mastica para nadie); que si tienen que abonar el recibo, ella: que no abono nada hasta que me manden el recibo correcto; ellos que tiene que abonarlo y reclamarlo para que le devuelvan el dinero, ella: que no soy una ONG con kas de limón, no adelanto el dinero a nadie. Tira de aquí, tira de allá y ¡zas! que cortan la línea del teléfono. ¡La madre que los...! ¡serán...! ¡esto es una...!
¿Os acordáis de aquellos símbolillos que salían en los tebeos? ¿aquellas almohadillas, espirales, serpientes y rayos? Pues los busqué en el teclado pero al no encontrarlos los tuve que sustituir por estos insípidos puntos suspensivos, algo tenía que poner que no fueran los verdaderos calificativos arrabaleros.
Fue entonces cuando se metieron de lleno en los mundos de Lewis Carroll. Os explico. Tenían un contrato con Vodafón Empresas lo que significa que si te cortan la línea de teléfono que tienes con ellos no puedes llamar desde ningún otro teléfono que no sea "empresarial". Llaman al 122 les pasan sin previo aviso al 123 y ahí les sale la teleoperadora, con acento de no tienen muy claro donde, y les dice que deben llamar desde un teléfono de empresa. Cuando le dicen que han cortado la línea les dice que deben llamar al 122. Repiten que eso hicieron pero que les pasan automáticamente con el 123 a lo que la redicha les contesta que es que la llamada deben hacerla desde un teléfono de empresa. Y así hasta el infinito y más allá...
Y para no aburriros más os ahorraré el tener que leer sobre las múltiples llamadas, incluso la que realizaron desde una tienda de esta compañía de incomunicación. Pasaremos directamente al final de este capítulo y os diré que el resultado de todo este trajín de llamadas, gritos y silencio telefónico no fue otro que abonar los 79,30 € para poder hacer la reclamación y que los (piiiiiiiiiiiiii) de Vodafón la estudiasen y viesen si procedía hacerse la devolución del importe que ellos estimasen.
Aquí dejo el relato para otro momento; solo os adelanto que ¡se masca la tragedia! Los ánimos están caldeados y nuestra heroína grita ¡injusticia! y clama venganza. Poco sabía entonces de que iba a tener menos futuro que una tetera sin asas.

(CONTINUARÁ...)

jueves, 28 de julio de 2011

Los señores "Erre-que-erre".

Fecha 13/06/2011
Para entrar en situación os recordaré que nuestra heroína estaba totalmente indignada por lo que creía que era una gran injusticia cometida por la compañía de telefonía. ¡ La peor injusticia que podría cometer esta compañía... jejeje ! Perdón, es que hoy tengo la risa floja.
Nuestros protagonistas pasaron el mes llamando una y otra vez. ¿Resultados? Muchos y ningunos. El 1-22 decía no conocer la promoción y que debía de ser el 14-43 quien enviase la orden de aplicarla si es que existía. "¿Cómo que si es que existe? No me toque usted el día de Ramos, que yo no me estoy inventando nada". Frase mítica que entre las operadoras españolas resultaba chocante pero cuando la recibían las operadoras hispano-americanas se quedaban traspuestas.
Aquí empezaron las solicitudes del contrato. Al ser un contrato oral ha de solicitarse al 14-43 y que este lo envíe por correo. Solo os diré que dicho contrato se solicitó 14 veces; la última vez ya fue un poco en plan de choteo por no dejar una cifra con tan mala fama.
Un consejo, si necesitáis hacer una reclamación en el 14-43 no marquéis la opción de reclamaciones porque directamente os derivan la llamada a otro sitio. Engañadlos y marcad cualquier otra. Hay que actuar como en la guerra, preparando meticulosamente la emboscada y ¡ zas ! caer sobre el enemigo... perdón, sobre la operadora de sopetón, sin darle tiempo a prepararse. Con todo y con eso, 14 SOLICITUDES a las que les suponemos un triste y desagradable final, que tenemos entendido que los teleoperadores solicitaron que los impresos fueran de papel más suave porque rascan un poco y trabajan sentados...
Pero gracias a la ingenuidad de algún teleoperador, las teleoperadoras son más reservadas y esquivas, sabemos que Vodafón tiene plataformas internacionales en Colombia.
Se consiguió que alguien dijera que el contrato era tal cual se reclamaba y que se notificaría. Pasados los días y sin notificación alguna llega la siguiente factura: 65,96 €. Y a falta de simbolillos pondremos un largo piiiiiiiiiiiiiii que incluye alguna referencia a la señora madre de unos y otros vodafoneros e improperios varios.
¡ Ahora cobraron las llamadas ! No se sabe el motivo, pero el caso es que retiraron la tarifa plana a fijos. Creemos que se debe a una estrategia (si no puedes convencerlos, confúndelos) o bien un escarmiento (para que os quejéis por algo). Es totalmente incomprensible. ¿Recordáis la película Una noche en la ópera? Pues la escena del camarote, la pasan por un filtro rojo y sería una publicidad fiel y realista del funcionamiento interno. Comienza otra sesión de llamadas reclamando pero... las dejaremos para otro momento.

CONTINUARÁ...

miércoles, 20 de julio de 2011

¿Dónde esta la señal, matarile-rile-rile...? (primera parte)

Fecha 18/06/2011
Aquí seguimos con nuestros protagonistas con su montaña rusa sensacional (de sensaciones, no de estupenda). Y aquí que nuestros deportistas telefónicos lo dieron todo. En rigurosos turnos de relevos hicieron las llamadas en las que fueron poniendo reclamaciones como para llegar a Madrid sin tocar el suelo. ¿Os acordáis de esa antigua costumbre de poner papeles de periódico en el suelo para no pisarlo cuando estaba recién fregado? Pero al grano, que me voy por las ramas...
Llamaban por turnos y lo bueno es que cada llamada siempre era diferente. ¿Teleoperadora amable y comprensiva? Reclamación tranquila y sosegada. ¿Teleoperadora borde? Pues reclamación abroncada y con mucho cabreo. ¿Teleoperadora ignorante e inútil como para llamarla Pierre-Nodoyuna? Presión constante sobre el botón de cortar la llamada (el del telefonillo rojo, vamos) y nuevo intento. De aquí los alti-bajos emocionales. Se pasa del cabreo a la desesperación, a la esperanza de que algo se solucione (sí, siguen ilusos los pobres...), a la incredulidad y vuelta al cabreo. Peeeeeero dejo lo mejor para el siguiente capítulo.

CONTINUARÁ ...